La máquina de copiar jamones, de Flinn Sorrow, es un divertido cortometraje que muestra lo que sucedería en el mundo si existiera una máquina capaz de copiar alimentos, en este caso jamones de buen muy ver. Con apariciones estelares de Nikola Tesla y la SJAE.
Merece mención la obligada referencia a la máquina de duplicar pan, uno de los más interesantes argumentos que habitualmente usa rms y que ilustra los extraños efectos colaterales que pueden en los diversos estamentos de la sociedad la llegada de estos «nuevos inventos peligrosos»… aunque sirvieran teóricamente para acabar con el hambre en el mundo.
La burbuja inmobiliaria no es un problema exclusivo de España. Los «mini-pisos» o los «espacios habitacionales» que se hicieron tristemente famosos por sus desmedidos precios han aflorado por todo el mundo convirtiendo la vivienda –máxime con la crisis-, en un derecho casi inalcanzable.
O así ha debido pensar Dai Haifei, un joven chino que se construyó en plena vía pública una casa con forma de huevo hecha de bambú y materiales ecológicos como alternativa a los desmanes del mercado inmobiliario.
La historia se remonta a 2009, en la localidad de Hunan, ciudad natal de Haifei. Allí, y en previsión de su inminente traslado a Pekín, el joven montó (con ayuda de su padre, constructor) con poco más de mil euros la casita de bambú, que trasladó a la capital en un camión e instaló junto a un árbol frente a su empresa.