Al parecer los de telefónica tienen por defecto «capao» la opción de que se guarden los cambios realizados en determinados apartado. Así que cada vez que se reinicia el router algunos parámetros vuelven a la configuración del router por defecto.
En mi caso lo que yo necesitaba es poder activar el Adsl2+ para poder disfrutar de los 20Mbps de mi nuevo operador. Pero cada vez que marcaba la opción A2Plus se me quedaba activada por defecto T1413A (que solo permite como máximo hasta 8Mbps de los que a mí me llegaban solo 3Mbps) . Si por un casual lograba marcar la opción A2Plus al apagar y encender el router se volvía a activar por defecto el T1413A.
Para solucionar el problema solo tienes que hacer una copia de respaldo desde el apartado «Admin/Backup & Restore» del panel web del router (que se accede poniendo 192.168.1.1 en tu navegador y añadiendo el usuario y la contraseña por defecto 1234/1234 o admin/admin)
La copia te la guarda en un fichero con el nombre «conexant.icf», lo editas con el bloc de notas y donde pone «A saveconfig false» tienes que cambiar el false por true. Es decir, debe quedar así: «A saveconfig true» (sin comillas). Guardas el archivo y otra vez en el apartado de configuración del router en «Admin/Backup & Restore» restauras el archivo modificado y entonces ya te guardará los cambios que hagas.
‑ […] El hombre estará, para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezará con su último enemigo: ¡la vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se puede vencer por completo; el enemigo al que solamente podrá ahuyentar por un instante.
Este es el tiempo en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento.
Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento, aunque sea tan sólo por esos momentos en que logra ahuyentar al último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes. –
No suelo hacerlo, pero ya que lo he hecho voy a compartir mi parecer.
Las primeras veces que lo vi, anteriormente, me costó darme cuenta de que iba el asunto. Entre la música y el paisaje te dejas llevar y claro, pasa lo que pasa.
Ahora bien, el «corto» es una pequeña obra de arte, una recreación tan simplista y profunda que te deja sin aliento a medida que la descubres.
Perderse, hacer camino, encontrar tu corazón, hundirte, volver a perderte, sentir la desesperación, el miedo al cambio, las heridas que muerden, el valor para abrazarlas, el tiempo para aceptarlas, curarlas, estar dispuesto a volver a fluir, dejarse llevar, volver a sentir. Lo dicho, una delicia.