Procrastinación: Perdiendo el tiempo


«Procrastinación: Perdiendo el tiempo»

Prácticamente todo el mundo pierde el tiempo. Es algo intrínseco de la naturaleza humana y, aunque muchos lo desconozcan, el perder el tiempo realizando tareas poco relevantes mientras que aquellas que deben realizarse son pospuestas tiene un nombre: Procrastinación.

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La revolución neurocientífica

Interesante artículo que aporta un punto de vista curioso. Recomiendo su íntegra lectura con calma y sosiego.

Se ha dicho que la humanidad ha pasado por tres revoluciones sociales que han supuesto un avance considerable.

La primera, la revolución agrícola hace unos 10.000 años, cuando el hombre se asienta y comienza a labrar la tierra produciendo alimentos y creando las ciudades. La segunda, la revolución industrial hace unos 250 años, con la invención de la máquina de vapor y la producción de mercancías y la extensión de los mercados.

Y en nuestro tiempo, la tercera revolución debida a la creación del microchip, que dio lugar a la sociedad de la información con un intercambio de conocimientos antes desconocido.

Algunos autores consideran que la cuarta revolución será la revolución neurocientífica, que ya está invadiendo numerosas disciplinas y creando nuevas, colocando el prefijo “neuro” ante disciplinas tradicionales.

Así, hoy se habla de neuroeconomía, neuromarketing, neurofilosofía, neuroética, neuroeducación, neuropolítica y un largo etcétera. Todas estas nuevas disciplinas pretenden aplicar los nuevos conocimientos de la neurociencia a sus materias, esperando que esta aportación sirva para darles un nuevo impulso y desarrollo.

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10 mitos sobre los introvertidos

Los introvertidos son personas muy sensibles a la dopamina, por lo que una sobredosis de estimulación externa les agota. Por el contrario, los extrovertidos no pueden obtener suficiente dopamina por lo que necesitan adrenalina para que su cerebro la produzca. Los extrovertidos también tienen un recorrido más corto y menos flujo de sangre al cerebro. Los mensajes de un sistema nervioso en un extrovertido pasan por alto el área de Broca en el lóbulo frontal, que es donde una gran parte de la contemplación se lleva a cabo.

Un 25% de la población es introvertida, y en la sociedad actual están en desventaja.

Aquí están algunas ideas falsas comunes sobre las personas introvertidas:

 

Mito # 1 – A los introvertidos no les gusta hablar.

Esto no es cierto. Los introvertidos simplemente no hablan a menos que tengan algo que decir. Odian hablar por hablar. Dale a un introvertido algo de que hablar que le interesa, y no se callará durante varios días.

 

Mito # 2 – Los introvertidos son tímidos.

La timidez no tiene nada que ver con ser introvertido. Los introvertidos no tienen necesariamente miedo de la gente. Lo que necesitan es una razón para interactuar. No interactúan porque sí. Si deseas hablar con un introvertido, siemplemente empieza a hablar. No te preocupes por ser educado.

 

Mito # 3 – Los introvertidos son groseros.

Los introvertidos a menudo no ven una razón para andarse por las ramas con bromas sociales. Ellos quieren que todos sean sólo reales y honestos. Por desgracia, esto no es aceptable en la mayoría de ocasiones, por lo que los introvertidos pueden sentir una gran presión para adaptarse, que la encuentran agotadora.

 

Mito # 4 – A los introvertidos no les gusta la gente.

Por el contrario, los introvertidos valoran intensamente los pocos amigos que tienen. Ellos pueden contar sus amigos más cercanos con los dedos de una mano. Si tienes la suerte de que una persona introvertida te considere un amigo, es probable que tengas un aliado leal de por vida. Una vez que te has ganado su respeto por ser una persona con sustancia, estás adentro.

Mito # 5 – A los introvertidos no les gusta salir en público.

Tonterías. A los introvertidos no les gusta salir en público todo el tiempo. También les gusta evitar las complicaciones de estar involucrados en actividades públicas. Analizan los datos y experiencias muy rápidamente, y por lo tanto, no necesitan estar allí por mucho tiempo para “enterarse de cómo van las cosas.” Ellos están listos para irse a su casa, recargarse, y procesar todo. De hecho, la recarga es absolutamente crucial para los introvertidos.

 

Mito 6 – Los introvertidos siempre quieren estar solo.

Los introvertidos se sienten perfectamente cómodos con sus propios pensamientos. Ellos piensan mucho. Sueñan despiertos. Les gusta tener problemas para trabajar, puzzles para resolver. Pero también se pueden sentir muy solos si no tienen a nadie con quien compartir sus descubrimientos. Quieren una conexión auténtica y sincera con una persona a la vez.

 

Mito # 7 – Los introvertidos son extraños.

Los introvertidos suelen ser individualistas. No siguen a la multitud. Prefieren ser valorados por sus formas de vida propias. Ellos piensan por sí mismos y por eso, a menudo desafían las normas. No toman la mayoría de las decisiones sobre la base de lo que es popular o está de moda.

 

Mito # 8 – Los introvertidos son nerds distantes.

Los introvertidos son personas que miran todo hacia adentro, prestando especial atención a sus pensamientos y emociones. No es que sean incapaces de prestar atención a lo que sucede a su alrededor, es sólo que su mundo interior es mucho más estimulante y gratificante para ellos.

 

Mito # 9 – Los introvertidos no saben cómo relajarse y divertirse.

Los introvertidos suelen relajarse en casa o en la naturaleza, no en lugares públicos ocupados. Los introvertidos no son buscadores de emoción y adictos a la adrenalina. Si hay demasiado ruido y gente hablando, se cierran. Sus cerebros son muy sensibles a un neurotransmisor llamado dopamina. Los introvertidos y extrovertidos tienen diferentes vías neurológicas dominantes.

 

Mito # 10 – Los introvertidos pueden arreglarse a ellos mismos y convertirse en extrovertidos.

Un mundo sin introvertidos sería un mundo con pocos científicos, músicos, artistas, poetas, cineastas, médicos, matemáticos, escritores y filósofos. Dicho esto, todavía hay un montón de técnicas que los extrovertidos pueden aprender con el fin de interactuar con los introvertidos. (Sí, invierte estos dos términos con el propósito de mostrar cómo nuestra sociedad está sesgada.) Los introvertidos no pueden “arreglarse” y merecen el respeto por su temperamento natural y sus contribuciones a la raza humana. De hecho, un estudio (Silverman, 1986) mostró que el porcentaje de introvertidos aumenta con el CI.

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