En los últimos meses han coincido varias personas en preguntarme a qué me dedico y la verdad es que nunca he sabido explicarme.
En una charla informal alguien curioso me preguntó a qué me dedicaba, yo, en un alarde de subnormalismo patológico le respondí.
– Me dedico a resolver problemas, pero sin pistola.
Tírirí…
En otra ocasión la misma persona, haciendo acopio de valor me volvió a preguntar lo mismo, y yo, escarmentado de la otra vez, intentado evitar un desenlace similar, le respondí a qué se dedicaban algunos de mis «colaboradores», por desgracia poco tardé en percibir su apabullamiento, palabro del copón.
Pero no decaí en el intento y al final tras intetar explicarme de forma mediocre opté por mostrarle algún proyecto. Caso error. En unos segundos su respuesta cayó como un buen par de bofetadas, bien plantadas, de esas que te mueven la cabeza de lado a lado, ¡pero simbólicas eh! – ¿Y por eso te pagan? – ¡Toma ya!
¿Por eso te pagan?
Dejando un poco el origen de la reflexión, por mi parte, siempre he tenido claro a que me dedico y hace ya unos añitos que lo plasmé :
«Para mi Indómita es el camino que estoy recorriendo, lo que aprendo y lo que descubro. La actitud que pretendo para dicha tarea se limita a desarrollar cada idea marcando una meta flexible que me permita avanzar sin pausa. Obtener un conocimiento que lejos de estancarse evolucione con cada nueva idea. Supongo que cada uno de los proyectos que englobo en Indómita es una de esas ideas.»
Te has quedado con cara de … ¿eeeeehhhhhhhh? … bueno, es normal, si le digo eso a mi madre lo que a voz de pronto entiende es que «me dedico a entretenerme» y a «vivir del cuento», y en definitiva no iría mal encaminada ya que la finalidad de mi obra no es otra que entretenerme.
Ahora bien, escudriñando detenidamente lo anterior podría decirse, si es que uno anda ávido de buen juicio, que soy inventor. Y me resulta chocante porque hasta ahora no me había dado cuenta pero es que la definición encaja bastante bien, pero tal vez se quede corta.
¡Cachís en la mar! Ya lo han patentado ;_(
Por un lado dedico gran parte de mi tiempo a plantear diferentes formas de solucionar un mismo problema, por otro desarrollo y prevengo patrones de conducta, por otro doy vida a las ideas y por si no fuera poco las comparto con «cualquieras».
¡Ah! ¿Eres puto?
No, o bueno si, pero no soy un prostituto corpóreo, mi «prestitución» es más de otro estilo pero mejor vamos a volver a centrarnos, no revolvamos.
La culpa es de la droja en el cola cao, que me ha dejado tururú
Normalmente a la gente le digo que soy vago profesional y aunque yo lo digo muy en serio se lo toman a guasa.
Poer bueno, como ya es tarde y he perdido el hilo de lo que estaba hablando, entre lo de vividor, puto etéreo, inventor a medias o lo de memorizar el parrafazo del comienzo voy a quedarme con lo de inventor que fijo me da para muchos ridículos y ya mejor lo vuelvo a intentar otro día.
Eso sí, dejo la pregunta en el aire por si quieren aportar su opinión. ¿Qué crees que soy? Y ya de paso les adjunto una fotico para que puenda opinar sin tener que leer las idioteces que he comentado.
La semana pasada saqué fuerzas y tiempo y volví a dibujar. Esta vez me ha dado por un diablillo de la sangre, es un personaje de Soul Eater serie que ví hace ya bastantes años y me cautivo su estética, todo vectores ;D
Y como me quedé con ganas de dibujar al demonio de la locura aquí vamos.
Lo primero buscar referencias, recuerdo al diablillo estilo «dandy», siniestro y refinado al que le gustaba tocar el piano y bailar el «Swing Jazz». No he encontrado la escena, pero bueno, trabajaremos con lo siguiente. Buscando referencias por google images y en youtube para que se hagan una idea.
Voy a trabajar directamente con PhotoShop utilizando la herramienta pluma para definir el contorno mediante vectores y luego colorear con la varita y el bote de pintura, como ven no son herramientas «complicadas» y cualquiera con un poco de paciencia puede lograrlo. Por mi parte ya saben que tengo poco talento para el dibujo por lo que las explicaciones van a ser un tanto bajunas, a mi favor decir que le pongo ganas.
Y comenzamos con lo más difícil, la hoja en blanco, aquí tienen todo el proceso que he seguido más abajo lo voy explicando paso a paso ;D
Proceso a toda máquina … ¡Qué llego tarde a comer!
Pasos y más pasos …
Comienzo a bocetar las formas sin mucho esfuerzo, lo que pretendo es tener una referencia completa del tamaño de cada parte, así evito desajustes de proporción. ¡Qué poco arte tengo con el pincel! jajaja
Ahora vamos a darle forma a la cabeza, la tiene como un huevo tumbado. Seguimos con las orejas, picudas para darle malicia. No se preocupen de limpiar las intersecciones, eso para el final. Yo hago cada cosa en una capa diferente, más que nada porque salen gratis y luego para las modificaciones y retoques viene genial.
Ahora le damos bien a la sombra de ojos que al mariquitiky le gusta ponerse mucha. Al tener la referencia de los ojos ya podemos pasar a posicionar cosas más delicadas, como la meganariz, por todos es sabido que los malos malosos tenemos la nariz grande :X
Con la nariz en su sitio ya podemos ubicar la boca, justo debajo, y comenzar a perfilar las líneas de expresión para darle un aspecto inquieto tirando a maligno.
Vale, ahora toca ponerle cuernos, en mi caso los he hecho parecer hojas de cuchillas pero pueden hacerlos como les plazca, los cuernos dan mucha «viciosidad» al asunto.
Y ya pasamos al cuerpecito, a primera vista podemos percatarnos de que el traje de la comunión le va a sentar bien toda la vida, por contrapartida las manos son enormes. Para las manos había pensado en ponerle uñas de draqueen y la pose de «pajaritos por aquí» pero he preferido dejarlo con el puño bien prieto, ¡qué soy catalán! , además queda muy refinado, los detalles para luego.
Lo siguiente es darle la pose «dandy mafiosa» con la pierna adelantada a lo tipo duro, y como no tengo claro como hacerle los pies me centro en ir perfilando los detalles del puño así que venga con esos deditos.
Volvemos con los pies, iba a ponerle pezuñas de macho cabrío y pelillo para tenerlo como contraposición al traje, pero me quedaba excesivamente detallado así que he optado por una «mediopezuña cochinera», la otra opción es ponerle unos zapatos de esos de ministro con mucho betún.
¡Detalles, detalles y más detalles!
Ahora toca darle personalidad al asunto, como ven todavía no he quitado el boceto de debajo, lo activo y desactivo para tener la referencia global, pero llegados a este punto ya puede quitarse para no molestar. No tengo mucha idea de expresiones por lo que yo voy creando «marcas» para ensuciar las zonas extremadamente despobladas y así remarcar la «fuerza visual» de las líneas periféricas.
Toca fregonear un rato.
Para limpiar las intersecciones lo que hago es seleccionar con la varita el contorno de la capa que quiero mantener y luego borro en la capa que quiero quitar. En el caso de la oreja, selecciono el contorno de la capa oreja y me voy a la cabeza a borrar. Para la nariz igual, selecciono el contorno de la nariz y borro en la capa cabeza.
Una vez que hemos pasado la fregona al bicho ya podemos unir todas las capas para formar la silueta. Como las tengo separadas por carpeta solamente tengo que «duplicar grupo» y «combinar grupo».
¡Colorea muchacho! ¡colorea!
Y ahora toca darle color al asunto, vamos a darle caña a la brocha más gorda, es decir, el bote de pintura. Vamos a hacerlo a dos colores por zona y por lo tanto vamos a necesitar dos capas, una capa para los colores predominantes y otra capa encima para los colores que aportan «detalle».
Como ya tenemos la silueta vamos seleccionando las diferentes zonas interiores con la varita mágia y las expandimos 2 o 3 píxeles para evitar los huecos dentados de la selección, una vez hecho pintamos con el bote de pintura en la capa de «colores predominantes». Selecciona cada zona y píntala del color base que desees, yo uso de base el color predominante para tener que pintar menos xD
1º – Capa silueta ; 2º – Varita ; 3º – Seleccionamos el vacío ; 4º – Menu Selección/Modificar/Expandir 3 píxeles ; 5º – Nos vamos a la capa de colores predominantes y le damos con el bote de pintura.
Para cuernos y ojos he optado por grisillo, para dientes amarillo mugre, para la cabeza rojo apagao o naranja rojizo (que lo aclare una mujer), para el traje he optado por un casi negro. Los colores pueden cambiarse con facilidad más adelante ya que gracias a la separación podemos seleccionar con la varita mágica y pintar con el bote de pintura en dos clicks ;D
Una vez tenemos la base de los colores pasamos a darle caña al «sombreado» e «iluminasión» pintando sobre la segunda capa de colores que hemos creado antes, la de «colores detalles».
He optado por sombrear la cara y los cuernos para dejarle iluminado el rostro central y así fortalecer la expresión malignera.
Lo siguiente ha sido darle color a los «pliegues» de la ropa, manos, pies y listo. Para pintar utilizo la pluma igual que para el contorno pero con el color deseado.
El toque de gracia.
Como final he creado una capa de fondo negra y le he añadido la forma de un ojo blanca centrando al bicho.
Y es que no lo puedo evitar; ¡Me encanta el blanco sobre negro!
Quiero dejar constancia de mi cobardía, así, por escrito, para poder recriminarme en un futuro que siempre he sido consciente de ello.
Sepan que soy un cobarde sin remedio, pusilánime a tiempo completo, incapaz de enfrentar la realidad. Tengan claro, que sin lugar a dudas no poseo ni valor ni ánimo para tolerar más desgracia y es que tal vez ya lo consumí y no me queda más.
No pretendo preocupar, al contrario, estoy dispuesto y aunque no tengo claro a qué voy a desgarrar un poco de mi silencio, que al menos me sirva para dejar constancia de que alguna vez tuve el desánimo de hacer.
Creo que me he acostumbrado a contenerme, a permitir que la presión censure mi palabra y es que cada vez que callo por no herir, por respeto, por no malgastar saliva ni tiempo, por no dejarme ver, en realidad lo que ocurre es que me estoy consumiendo.
Me temo que el tiempo pasa sin pedir mucha cuenta y si no dices algo se queda sin decir así que voy a intentar que al menos, pueda recordar lo no dicho y lo no hecho.
Comenzaré por contar una de esas situaciones, en las que la cobardía y la desgana me hicieron no actuar. No esperen gran cosa, mi vida no es una cruzada y mucho menos pomposa o rimbombante. Simplemente es una situación, normal, cotidiana y en cuanto las transcriba absurda.
El primer recuerdo me viene de hace ya unas semanas, tal vez meses, a saber. Les pongo en situación. Me he sacado el carnet de conducir recientemente pero no tengo coche, así que a menos que se apiaden de mí no practico, je. Un alma de esas piadosas se ofreció, yo encantado y agradecido. Un trayecto corto, tranquilo que por obligación nos tocaba recorrer día a día. Con el paso de los días, tal vez debido al miedo de la praxis tal vez por otras pretensiones decidió que no más.
Así ocurrió, recuerdo solicitarle como era costumbre, me negó y me ofreció varias razones muy razonables a mi entender y aunque antes no tuviesen peso en las mismas circunstancias ahora parecía que sí lo tenía. No pasaba nada, lo entendí y no le dí mayor importancia.
Ahora bien, un día comiendo en familia, esa persona no tenía ganas de conducir para volver a su domicilio y mirándome, frente al resto, soltó que no me iba a preguntar si le subía porque me conocía muy bien y como yo era una persona muy orgullosa no aceptaría a llevarle. Por mi parte me resigne a no responder.
Ahora bien, mi respuesta estaba atada a mi lengua : Quiero dejarte dos puntos muy claros, el primero es que si no te llevo es porque al comienzo de la semana me aportaste varias razones, de peso, para no hacerlo y yo las respeto y como las respeto no te lo he vuelto a solicitar y no me lo he tomado a mal. El segundo punto es que no estoy pecando de orgullo, peco de ingenuo ya que pedirme ahora lo que me negaste ayer deja en entredicho tu palabra, y yo, siendo tan orgulloso como crees que soy, prefiero pensar en que no me has mentido y en que todo es un malentendido mío. A pesar de que me has mentido y te estás riendo de mí, con mucho descaro y delante de todos.
Como añadido dejar en claro que siempre he tenido en gran estima a esa persona y pese al «malentendido» todavía le estoy muy agradecido. Pero después de tantos años que esa persona, tan cercana a mí, todavía no tenía ni la más remota idea de quién soy, eso nunca lo olvidaré, y no por lo de aquel día, sino por la suma de muchos.
Actualizo: Ha pasado un día, releo lo escrito y me siento un tanto ridículo, es normal, he hecho el ridículo. Doy la misión por completada con el apunte de volverlo a repetir.
No me importa nada tu amor ni que tú seas mía, como ya dije; sigue siendo de quien has sido, si puedes;al cual, si antes le odié, ahora le amo considerando lo que ahora te ha hecho. Vosotras os vais enamorando y deseáis el amor de los jóvenes, porque los veis con las carnes algo más vivas y con las barbas más negras y caminar bien derechos y danzar y justar; y todas estas cosas las tuvieron los que son algo más entrados en años, y saben lo que los otros deben aprender.
Y además los consideráis mejores jinetes y que hacen jornadas de más millas que los hombres más maduros. Desde luego confieso que ellos se os cepillan con más fuerza, pero los entrados en años, al ser expertos, saben mejor por dónde están las pulgas, y hay que preferir con mucho lo poco y sabroso que lo mucho e insípido; y trotar mucho destroza y cansa, aunque se sea joven, mientras que ir lentamente, aunque algo más tarde le lleve a uno a la posada, al menos le lleva descansado.
Vosotras no os dais cuenta, animales sin intelecto, de cuánto mal se esconde bajo esa escasa bella apariencia. Los jóvenes no se contentan con una, sino que cuantas ven, tantas desean, de tantas les parece ser dignos; por lo que su amor no puede ser estable, y tú ahora por experiencia puedes ser testigo serguro. Y les parece ser dignos de ser reverenciados y mimados por sus amadas, y no tienen mayor gloria que el jactarse de las que han tenido; cuyo fallo a veces hizo que muchas cayeran en manos de los curas, que no lo van contando.